lunes, 1 de diciembre de 2008

DE VUELTA A CASA


Acabo de encontrar unas notas que tomé hace unos años cuando leí esta novela de Jim Harrison. Me parecieron interesantes y por eso las pongo aquí.


...Estamos convencidos de que la vida es algo solido, y nos asombramos cada vez que el tiempo nos convence de que es algo liquido.

...También había notado en los demás cómo la vida pasa en gran medida por su lado mientras hacen planes para vivirla. Cualquiera que no sea un cretino sabe que casi todos los hombres hipotecan su vida, ya sea para sobrevivir, o para obtener un beneficio.

...A veces nos cuesta perdonar a los demás, e incluso a nosotros mismos, porque la propia vida nunca perdona a nadie ni un minuto de tiempo.

...Resulta fascinante ver como la gente se agarra a cualquier tipo de ficción que le asegure la vida eterna.

...Es fácil olvidar que , por lo general, nuestra muerte, se produce a un ritmo sólo siete veces más lento que la de nuestro perros.

...Me sentí abrumado, pero de nuevo se me ocurrió pensar que la riqueza y el poder no significan nada, excepto como solución temporal.

...Los pobres no disponen de ninguna protección, como no sea la que ofrece la religión. En cambio, los ricos disponen de tantas capas protectoras que se vuelven ciegos, como murciélagos humanos. Hasta su lenguaje excluye otras consideraciones que no sean las suyas.

..."La mente, de la que no somos conscientes, es consciente de nosotros."

...La gente que tiene muchos dinero siempre trata de tener más, pero al preguntarles porqué, no lo saben con certeza. Y cuando ya no les quedan cosas en que gastarlo, se empeñan en que sus hijos parezcan los ricos. Pero el país no es como muchos creen que es . El dinero es demasiado escaso y está mal repartido. La gente ansía convertirse en lo que debería ser según la televisión y son pocos los que se lo pueden permitir.

...Al considerar que nuestros padres son una versión avejentada de nosotros mismos.

...A si mismo, veo los cambios que se producen en los rasgos de mis hijos como no los había visto en los mios, debido quizá a la visión diaria que tengo de mi, bastante agradable, incluye unos cambios demasiado graduales para que los advierta. Pero mis hijos sólo me visitan una o dos veces al año y esto hace que perciba de inmediato su proceso de maduración.


PD. Nos envejecen los demás, cuando veo a alguien después de muchos años, pienso, este abuelete cebolleta soy yo. Por eso los espejos son nuestros grandes aliados. Por ejemplo Marlene Dietrich, en la vejez, mandó cubrir todos los espejos de su casa de Paris. Claro, me imagino que no saldría de casa

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