miércoles, 12 de noviembre de 2008

EDUARDO GALEANO

Del Libro Bocas del Tiempo de Eduardo Galeano. Dos relatos EL ELECTRICISTA,y EL REY. El segundo es sobre el grito de un pavo real en un parque de Gijón. Esto me recuerda cuando yo era un crío y mi madre me llevaba al parque de Isabel la Catolica de Gijón. El grito del pavo real siempre va asociado a mi infancia, y al parque. http://www.goear.com/listen.php?v=3463594

EL ELECTRICISTA
Anda en bicicleta, con la escalera al hombro, por los caminos de la pampa.
Bautista Riolfo era electricista y sieteoficios, un todero que arreglaba tractores, relojes, molinos, radios o escopetas.
La joroba que tenía en la espalda le había salido de tanto agacharse hurgando enchufes, engranajes y rarezas.
René Favaloro, el único médico de la comarca, también era todero. Con los pocos instrumentos que tenía y los remedios que encontraba, oficiaba de cardiólogo, cirujano, partero. psicólogo y especialista en todo lo que se necesitara componer.
Un buen día, René viajó a Bahia Blanca y a la vuelta se trajo una maquina jamás vista en aquellas soledades habitadas por el viento y el polvo.
Ese tocadiscos tenía sus mañas. En un par de meses, se negó a seguir funcionando.
y ahí vino Bautista, en su bicicleta. Sentado en el suelo, se rascó la barba, investigó, soldó unos cablecitos, ajustó tornillos y arandelas:
-A ver ahora- dijo.
Para probar el aparato, Rene eligió un disco, la Novena de Beethoven, y colocó la púa en su movimiento preferido.
Y la música invadió la casa y se echó a volar por la ventana abierta, hacia la noche, hacia la tierra sin nadie; y siguió viva en el aire cuando el disco dejó de girar.
René comentó algo, o algo preguntó, pero Bautista no contestó nada.
Bautista tenía la cara estrujada entre las manos.
Un largo rato pasó, hasta que el electricista consiguió decir:
-Perdone, don René, pero yo nunca había escuchado eso. Yo no sabía que esa... esa electicidad existía en el mundo.


EL REY
En un parque de Gijón, desde las copas de los árboles alguien grita.
Cuando ya no se escucha nada más que los susurros de la brisa en el follaje rompe el silencio este grito que suena como un alarido humano.
Es el grito de la noche del pavo real.
Durante el día, él pasea sus resplandores. Arrastrando su larga cola de plumas, siempre vestido de fiesta, se pavonea el pavo. Cuando gira sobre sí mismo y despliega la cola, frondosa corona verdiazul, la luz de su belleza encanta a los caminantes y humilla a las otras aves del parque.
Los patos, ánades, cisnes, gansos, palomas y gorriones vuelan juntos o juntos caminan o navegan por el lago; juntos charlan, comen duermen. Pero el pavo real vive sin nadie, lejos de los demás pavos reales, y con nadie se junta.
A nadie mira el que nació para ser mirado.
Cuando llega la noche, y ya la gente se ha ido, él vuela hacia la alta rama de algún árbol vacío, y se echa a dormir. Solo.

Entonces, grita.

Eduardo Galeano

4 comentarios:

  1. ¿Sabes cuando me enteré que los Pavos Reales dormíen en los árboles?. Cuando alguien cantó lo de : "ya se cayó el arbolito donde dormia el Pavo Real y ahora dormirá en el suelo, como cualquier animal"

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  2. Pues me gusta lo del arbolito y el pavo real lo anoto.

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  3. nunca te acostaras sin saber una cosa mas...., que vida mas triste la de los pavos esos....

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